Al amanecer del 12 de septiembre de 1998, 10 agentes de la inteligencia cubana fueron detenidos por el Buró Federal de Investigaciones estadounidense (FBI) como parte de una operación contra la Red Avispa, un anillo de espías que el gobierno de Fidel Castro había infiltrado desde inicio de la década en el sur de Florida.
Fue solo el prólogo de una larga historia que duró más de 16 años y que incluyó juicios, reuniones, mensajes secretos, denuncias, traiciones, gigantescas campañas de propaganda y visiones encontradas entre La Habana y el exilio de Miami.
La historia parecía haber terminado cuando los últimos tres espías que quedaban en cárceles de Estados Unidos fueron devueltos a La Habana en diciembre de 2014, como parte del descongelamiento de relaciones anunciado por Obama y Castro.
Así se les llama en Cuba a los personajes reales más conocidos de la Red Avispa (los que se negaron a colaborar con el FBI y que fueron sentenciados a largas penas de cárcel en EE.UU.).
El filme, del director francés Olivier Assayas, está basado en un libro del escritor y periodista brasileño Fernando Morais, que cuenta la versión del gobierno de Cuba sobre el caso.
El hecho de que la película solo presentara la visión oficial de La Habana, obviara la historia de otros miembros del anillo de espías, no mencionara otras acciones de las que acusaron a la red y el hecho de que presentara a las organizaciones anticastristas del exilio como “grupos terroristas y narcotraficantes” ha provocado ardientes críticas en Miami.
Pese a ser una obra de ficción, miembros de la comunidad cubana en Miami no solo han creado peticiones en Change.org para que el filme se retire de Netflix, sino que incluso han amenazado con demandas judiciales.