Si uno participara a un juego de mesa de preguntas y respuestas y le dieran la consigna “Nombrar un destino turístico de República Dominicana”, la pregunta sería inmediata e indudable: Punta Cana. De hecho, hay miles y miles de turistas de todo el mundo que consideran a este lugar como un destino con su propia “soberanía”, sin país, sin nacionalidad. Leer más..
No obstante, el único país de Centroamérica que acumuló en los últimos cinco años un crecimiento promedio de 6,1% de su tasa, decidió volver a apostar al turismo y puso el foco en la apertura de un nuevo destino turístico: la ciudad de Miches, ubicada al norte de la región en una zona cálida y selvática y que promete consagrarse como la nueva alternativa para el desembarco de grandes cadenas hoteleras.
Así como ocurrió en 1978, con el desarrollo del resort pionero en Punta Cana, fue la compañía de complejos all inclusive Club Med la encargada de abrir las puertas del nuevo destino turístico. En medio de una Playa Esmeralda virgen. Rodeado de una diversa vegetación, palmeras, cocos que caen de manera repentina en la arena beige y el mar turquesa como escenografía, la empresa de origen francés estrenó su primer Exclusive Collection Resort en América, el Club Med Miches Playa Esmeralda.
El nuevo complejo all inclusive representa la expresión de mayor lujo dentro de la compañía. Dentro de un predio de 93 hectáreas se desarrolló un resort basado en el lujo y en el respeto medioambiental. Para aquellos que ya conocen el concepto de Club Med desde hace tiempo representa un salto de calidad en cuanto a comodidades, relajación y bienestar. En cambio, para los que desconocen el concepto all inclusive, el Club Med Miches Playa Esmeralda podrá representar un cocktail entre omnipotencia y paraíso: todo está al alcance de la mano y el marco es el de una de esas playas soñadas que sólo se ven en historias envidiables de Instagram.
Antes de lanzar su primer resort nuevo dentro del Caribe de los últimos 25 años, Club Med lo tuvo claro: la única manera de paliar la invasión del cemento a una zona de naturaleza virgen fue acentuar el compromiso con el medio ambiente. De tal manera, cada rincón construido, los artículos y hasta el concepto arquitectónico de Club Med Miches está enfocado en el cuidado de la vida silvestre.
Cada remera de un empleado de Miches fue confeccionada gracias al reciclaje de 8 botellas de plástico (hasta ahora se reciclaron más de 200.000). Las miles de palmeras y plantas que tuvieron que ser removidas en las 93 hectáreas que comprende el predio fueron relocalizadas en otros puntos de la zona de Playa Esmeralda. De hecho, en el sector de actividades infantiles, los niños pueden realizar actividades agrícolas con algunos ejemplares de la vegetación removida. El vivero del complejo cuenta con más de 2.000 árboles que fueron preservados o re-plantados durante el proceso de construcción.
Además de toda una arquitectura enfocada en el cuidado ambiental (los techos de los restaurantes hechos de paja, la vegetación abundante en todos los espacios internos de las zonas de alojamiento), también está en desarrollo un proyecto ambicioso de 92.000 metros cuadrados de paneles solares con el fin de apostar en un futuro a una totalidad de energía renovable.