En 1889 los científicos se llevan una sorpresa al descubrir una señal radiofónica que al parecer venía de fuera de nuestro planeta. Hoy, el mito continúa vivo.
n satélite alienígena creado hace más de 12.000 años para espiar a los humanos afirman los cazadores de ovnis». Este titular, aparecido el 21 de marzo de 2017 en ‘The Daily Mail’, alimentó las fantasías de los foros más conspiranoicos de la red en torno al conocido como Caballero Negro, un supuesto satélite de origen extraterrestre que lleva en órbita en la Tierra desde tiempos inmemoriales.
Sin embargo, no se trata de una de tantas informaciones creadas y difundidas en las más profundas entrañas de Internet para causar cierto pánico entre los usuarios más fáciles de convencer, alimentados constantemente por este tipo de historias de la conspiración que cada vez parecen ser más disparatadas. El Caballero Negro es un mito con 120 años de historia. Su origen se remonta a 1899, en plena época de los experimentos radiofónicos que llevó a cabo Nicola Tesla, con los que se detectó una supuesta señal de radio natural extraterrestre.
El descubrimiento se asigna a Duncan Lunan, un astrónomo aficionado que analizó estas muestras de radio provenientes del espacio. Evidentemente, la ciencia se apresuró a desmentir la teoría, amparándose en que sus métodos no contaban con el suficiente rigor científico. «El Caballero Negro es el resultado de una mezcla de historias sin relación alguna entre sí, reportes de observaciones científicas inusuales. Estos ingredientes se procesaron y se mezclaron en la red, en una especie de poción mítica inconsistente y confusa», resolvía Martina Redpath, especialista del Planetario de Armagh en Irlanda, en 2017 en su libro ‘The Truth About the Black Knight Satellite Mystery’.
Pero la prueba que más se ajusta a lo mínimamente «real» llegaría en 1998, cuando se divulgó un vídeo sobre la misión STS-88, la primera de un trasbordador hacia la Estación Espacial Internacional. En ellas, se aprecia a un objeto oscuro orbitando alrededor de los polos de la Tierra. Este hecho hizo resurgir el mito y los teóricos de la conspiración se frotaron las manos ante la que parecía la prueba evidente de que en efecto se trataba de un objeto volador no identificado. Dentro vídeo:
Pero más allá de la realidad, la ciencia volvió a desmontar las ideas de los aficionados más ufanos. El periodista espacial Andrés de la Rosa aclaró que dicho Caballero Negro se trataba de una manta térmica que se desprendió del trasbordador por accidente durante una actividad extravehicular. Jerry Ross, astronauta designado para la misión, señaló que las imágenes fueron tomadas en los meses en los que la Estación estaba construyéndose y que todo había sido parte de un desafortunado accidente en las labores de construcción. En este otro vídeo, que recoge la operación momentos antes al clip anterior, podemos ver claramente cómo se desprende la manta térmica:
La NASA bautizó al Caballero Negro como objeto 025570, y unos días después se salió de órbita y se quemó por acción de la atmósfera terrestre. A pesar de que se probara la falsedad del caso, las teorías de la conspiración no dejaron de crecer. ¿Por qué? «Probablemente sean algunas de las imágenes más extrañas que hayan salido de la Estación Espacial», apuntó en su día James Oberg, exingeniero de la NASA y amigo personal de Ross, a la revist a ‘All About Space’. «Además, una actualización del sitio web de la agencia hizo que los enlaces originales no funcionasen, lo que generó más sospechas aún de que lo estaban encubriendo».