El domingo, un seleccionado será el nuevo campeón del mundo. Habrá alegría contagiosa en sus calles, sus habitantes saldrán a festejar y será una de las noticias del año. La tesorería de la federación que resulte ganadora en la final también tendrá un motivo para celebrar, ya que quien levante el trofeo dorado en el estadio de Lusail percibirá una premio de US$ 42 millones por parte de la FIFA. Esto es, un 10% más de lo que cobró Francia hace cuatro años por consagrarse en Rusia 2018.
Y, para tener una idea de la explosión global del fútbol, Italia recibió apenas US$ 2,2 millones en 1982, el primer año en que desde la FIFA se instauró un premio en efectivo para el nuevo monarca mundial.
Los US$ 42 millones para el campeón implican un aumento de US$ 7 millones en relación con el premio para el campeón de Brasil 2014 y de US$ 12 millones en comparación con Sudáfrica 2010. En este sentido, la dotación en efectivo del primer mundial en territorio árabe supera a Rusia 2018 en US$ 40 millones (hace cuatro años se distribuyeron US$ 400 millones) y a Brasil 2014 en US$ 82 millones.
La explicación podría encontrarse en la facturación del ciclo mundialista de Qatar 2022, que por primera vez en la historia superará los US$ 7000 millones.
En abril de este año, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, anunció cómo sería la distribución de los US$ 440 millones entregados en Qatar 2022. La cifra de dinero en efectivo varía según la posición final que ocupe cada seleccionado (el criterio para definir el escalafón es el mismo que valió para las ubicaciones en la fase de grupos). Además, cada uno de los 32 seleccionados clasificados a la cita ecuménica recibió US$ 1,5 millones “para cubrir los costos de preparación”.
El domingo, un seleccionado será el nuevo campeón del mundo. Habrá alegría contagiosa en sus calles, sus habitantes saldrán a festejar y será una de las noticias del año. La tesorería de la federación que resulte ganadora en la final también tendrá un motivo para celebrar, ya que quien levante el trofeo dorado en el estadio de Lusail percibirá una premio de US$ 42 millones por parte de la FIFA. Esto es, un 10% más de lo que cobró Francia hace cuatro años por consagrarse en Rusia 2018. Y, para tener una idea de la explosión global del fútbol, Italia recibió apenas US$ 2,2 millones en 1982, el primer año en que desde la FIFA se instauró un premio en efectivo para el nuevo monarca mundial.
Los US$ 42 millones para el campeón implican un aumento de US$ 7 millones en relación con el premio para el campeón de Brasil 2014 y de US$ 12 millones en comparación con Sudáfrica 2010. En este sentido, la dotación en efectivo del primer mundial en territorio árabe supera a Rusia 2018 en US$ 40 millones (hace cuatro años se distribuyeron US$ 400 millones) y a Brasil 2014 en US$ 82 millones. La explicación podría encontrarse en la facturación del ciclo mundialista de Qatar 2022, que por primera vez en la historia superará los US$ 7000 millones.
En abril de este año, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, anunció cómo sería la distribución de los US$ 440 millones entregados en Qatar 2022. La cifra de dinero en efectivo varía según la posición final que ocupe cada seleccionado (el criterio para definir el escalafón es el mismo que valió para las ubicaciones en la fase de grupos). Además, cada uno de los 32 seleccionados clasificados a la cita ecuménica recibió US$ 1,5 millones “para cubrir los costos de preparación”.
La distribución de los premios en efectivo según la FIFA es la siguiente:
- Campeón: US$ 42 millones
- Subcampeón: US$ 30 millones
- Tercer puesto: US$ 27 millones
- Cuarto puesto: US$ 25 millones
- Del quinto al octavo puesto: US$ 17 millones por equipo
- Del noveno al puesto 16: US$ 13 millones por equipo
- Del puesto 17 al 32: US$ 9 millones por equipo
Así, teniendo en cuenta que la Argentina se aseguró al menos el subcampeonato en Qatar 2022, la AFA se garantizó un ingreso mínimo de US$ 31,5 millones (los 30 millones del segundo puesto más el millón y medio por gastos de participación). Claro que el ingreso millonario que recibirá la AFA una vez que termine la Copa del Mundo deberá ser declarado con fines impositivos. Y entonces, por disposición del Banco Central, será pesificado al valor del dólar oficial, tal como ocurre con el dinero que cobran los clubes argentinos cada vez que transfieren a un futbolista o con los derechos de TV por la participación de los equipos nacionales en torneos de la Conmebol.