Inglaterra va en serio en el Mundial. Sacudiéndose las polémicas que marcaron su estreno en Qatar hasta el último instante, la selección inglesa aplastó el lunes 6-2 a Irán, una auténtica exhibición de pegada que tuvo como principales protagonistas a su última generación de futbolistas.

De la mano de un doblete de Bukayo Saka, los ingleses pisaron fuerte en su estreno en el Grupo B. Jude Bellingham se encargó de abrir la cuenta en el estadio Jalifa, mientras que Raheem Sterling, Jack Grealish y Marcus Rashford aportaron los otros tantos.
Harry Kane saltó a la cancha con un brazalete negro con la frase “No discriminación” unas horas después de que las siete selecciones europeas descartaron portar el de la campaña antidiscriminación “One Love”, que incluía un corazón multicolor, luego de que la FIFA amenazó con mostrar una tarjeta amarilla a los capitanes.
Inglaterra acosó desde el inicio la meta del arquero Ali Beiranvand, que en uno de esos lances quedó noqueado tras el choque con un compañero y tuvo que ser sustituido. El largo parón para atenderlo sobre el césped cortó el ritmo del encuentro, pero los de Gareth Southgate necesitaron apenas 10 minutos para dejar encarrilado el encuentro.