Temperaturas extremas se vincularían con casi 1 millón de muertes en Latinoamérica

Entre 2002 y 2015, se estima que unas 900 mil muertes en las principales ciudades latinoamericanas se podrían relacionar con días de frío o calor extremo. Los adultos mayores fueron la población más vulnerable ante estos cambios y que la mortalidad por aumento de temperatura fue más pronunciada en ciudades como Buenos Aires o Río de Janeiro.

Además del riesgo que representa para la vida planetaria en general, el cambio extremo en temperaturas, motivado por factores como el cambio climático y la urbanización, también puede afectar directamente la salud de las personas. De hecho, un estudio publicado el año pasado en la revista Planetary Health (salud planetaria) encontró que unas cinco millones de muertes en los últimos 20 años se habrían vinculados con olas de calor y de frío a nivel mundial.

Un equipo internacional de investigadores acaba de publicar un estudio en la revista Nature Medicine, en donde hacen un ejercicio similar al de esta anterior investigación, para las principales ciudades de América Latina. El estudio estimó que unas 900 mil muertes entre 2002 y 2015 podrían atribuirse a las temperaturas extremas en estas ciudades. En particular, los adultos mayores son especialmente vulnerables a estos cambios: la investigación encontró que el 7.5% de sus muertes estuvieron relacionadas con el calor y frío extremos durante el período de investigación. En el año 2015, por ejemplo, más de 16 mil muertes entre personas de 65 años o más se vincularon a temperaturas extremas.

En línea con estudios anteriores, los investigadores determinaron que las muertes asociadas por las temperaturas extremas frecuentemente se relacionan a enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Mientras que el calor extremo hace que el corazón bombee más sangre y provoca deshidratación y estrés pulmonar, el frío extremo puede hacer que el corazón bombee menos sangre y causar hipotensión y, en algunos casos, insuficiencia orgánica.

El estudio concluyó que el aumento de mortalidad por aumento de temperaturas fue más pronunciado en las ciudades que regularmente superan los 25°C (por ejemplo, Buenos Aires, Mérida y Río de Janeiro), pero que, en ciudades con climas templados o fríos que rara vez superan esta temperatura (por ejemplo, Lima, Ciudad de México y Los Ángeles), la mortalidad no aumentó o aumentó mínimamente a medida que aumentaban las temperaturas.

Nos encantan tus comentarios

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.