Hoy fue el final de una era en la ciudad de Nueva York: se eliminó el último teléfono público que quedaba en la ciudad. Con la llegada de los teléfonos celulares, los teléfonos públicos de todo el mundo desaparecieron, pero uno permaneció en 7th Avenue, hasta que LinkNYC lo eliminó el lunes.
La eliminación de los teléfonos públicos en la ciudad de Nueva York comenzó en 2015 y LinkNYC es la tecnología que esencialmente los reemplazó. CityBridge desarrolló LinkNYC, que parecen vallas publicitarias digitales que ofrecen WiFi de alta velocidad gratis en las calles de Nueva York.
Desde que se instaló LinkNYC, ha facilitado más de 3 mil millones de sesiones WiFi con más de 10 millones de suscriptores. Las vallas publicitarias digitales también muestran anuncios de servicio público, arte y otra información local. LinkNYC pronto brindará cobertura 5G a la ciudad de Nueva York.
El viejo teléfono público que alguna vez estuvo afuera del 745 7th Avenue será llevado al Museo de la Ciudad de Nueva York como parte de su nueva exhibición «Ciudad Análoga». La exhibición repasa la vida en la ciudad antes de las computadoras.
Si bien ya no quedan teléfonos públicos independientes en la ciudad de Nueva York, LinkNYC dice que aún podrían existir, en propiedad privada. También quedan cuatro «cabinas de Superman» o cabinas telefónicas de tamaño completo en la ciudad, pero no está claro si sus teléfonos están en servicio.
“Como nativo de Nueva York, decir adiós al último teléfono público de la calle es agridulce debido al lugar destacado que han ocupado en el paisaje físico de la ciudad durante décadas”, dijo Matthew Fraser, comisionado de la Oficina de Tecnología e Innovación, en un comunicado. . «Al igual que hicimos la transición del caballo y la calesa al automóvil y del automóvil al avión, la evolución digital ha progresado desde los teléfonos públicos hasta los quioscos Wi-Fi de alta velocidad para satisfacer las demandas de nuestras necesidades de comunicación diarias que cambian rápidamente».
En 2018, después de que los funcionarios del Reino Unido se dieran cuenta de que los teléfonos públicos del país estaban en gran parte fuera de servicio, muchos fueron retirados, pero algunos fueron renovados y vendidos, dando a las icónicas cabinas rojas una segunda vida.