Estados Unidos y sus aliados están preparando un plan energético alternativo al suministro de gas procedente de Rusia en caso de que se produzca un aumento de las tensiones con respecto al conflicto con Ucrania.
Así, ha explicado que estas reservas de gas han estado almacenadas en instalaciones de toda Europa durante varias semanas y su fin es servir durante «días o semanas», no así meses, de reemplazo a los canales habituales, en caso de que la crisis actual afecte a las fuentes procedentes de Rusia.
En ese sentido también se ha manifestado otra de las fuentes consultadas por la agencia alemana, otro alto funcionario de la Administración de Joe Biden, que vaticina graves consecuencias para la economía rusa en caso de que el presidente, Vladimir Putin, instrumentalice una posible crisis energética.
Ante esa hipotética invasión rusa de la que Washington ha estado hablando estas últimas semanas, esta fuente sostiene que las sanciones planeadas por Estados Unidos van mucho más allá de las «medidas punitivas» impuestas en 2014 cuando se produjo la adhesión de Crimea.
Estados Unidos ha estado acusando en repetidas ocasiones a Rusia de estar tratando de usar la cuestión energética como arma arrojadiza, algo que desde el Kremlin han rechazado, asegurando que no cerrarán el suministro a pesar de las posibles sanciones que puedan recibir.