Dos jóvenes salvadoreños originarios de San Alejo, departamento de la Unión-murieron asfixiados por monóxido de carbono en el Condado de Prince George’s, Maryland, el martes.
Los fallecidos son los hermanos Luis Eduardo Carranza de 20 años y Carlos Ramón Carranza de 31 años; las autoridades han dicho que una tercera persona lucha por su vida, publicó el periódico comunitario El Imparcial News.

Los oficiales de bomberos del condado de Prince George tuitearon el miércoles por la mañana que el incidente ocurrió en la cuadra 1400 de South Springfield Road, cerca de Danville Road, a unas seis millas de Brandywine. Cuando llegaron los rescatistas, encontraron a dos personas muertas y una tercera persona fue trasladada de urgencia a un hospital, dijeron las autoridades.
Se encontró un generador en funcionamiento en la casa 1400 South de la Springfield Rd, dijeron las autoridades.
Los generadores portátiles producen monóxido de carbono, un gas inodoro e incoloro que puede matar a las personas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La empresa de energía SMECO había informado cortes de energía en el área después de una tormenta de nieve masiva. No estaba claro de inmediato si la casa donde ocurrieron las muertes tenía electricidad o no.
Las autoridades están investigando las muertes como potencialmente relacionadas con el monóxido de carbono, dijeron las autoridades.
La intoxicación por monóxido de carbono está relacionada con cientos de muertes y miles de enfermedades cada año. El CDC recomienda instalar detectores de CO en su hogar.
Los generadores portátiles no deben usarse dentro de casas o garajes, incluso si las ventanas están abiertas, dice el CDC.
Algunos reportes tomados de Facebook indican que los fallecidos son originarios del municipio San Alejo, departamento de La Unión.
REACCIONES
El líder comunitario Jorge granados, dijo que Carlos Ramón, era miembro de la organización Comunidades Transnacionales Salvadoreñas (COTSA); al lamentar el hecho, dijo que estaban planificando una actividad para recaudar fondos ya que las víctimas tenían poco tiempo de haber llegado a los Estados Unidos y que sus familias están en El Salvador.