En un nuevo giro a sus políticas migratorias, el Gobierno del presidente Joe Biden establece que los inmigrantes indocumentados no serán detenidos por agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) solamente por no tener papeles.
“El hecho de que un individuo sea un no ciudadano removible no será por sí solo la base de una decisión en su contra”, indica el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Los agentes migratorios deberán contemplar varios aspectos antes de procesar a un indocumentado, principalmente si ha cometido un delito o representa un peligro para la seguridad pública.
“Las prioridades de ejecución para la detención y expulsión (de personas) siguen centradas en los no ciudadanos que son una amenaza para nuestra seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza”, se apuntó.
Agregó que las pautas “rompen” con la concepción tradicional de los agentes de ICE para detener a una persona.
“(Ahora) requieren una evaluación del individuo y la totalidad de los hechos y circunstancias para garantizar que los recursos se concentren de manera más efectiva en aquellos que representan una amenaza”, se apuntó.
La nueva política busca darle a la vuelta a otras similares, pero que han enfrentado desafíos en tribunales.
Se agrega que la decisión se logró tras reuniones con miembros de ICE y de otras fuerzas policiacas que intervienen en la detención de personas, sobre todo cuando cometen delitos, así como líderes policiales, cívicos y comunitarios.
“Por primera vez, nuestras pautas, en la búsqueda de la seguridad pública, requerirán una evaluación del individuo y tomarán en cuenta la totalidad de los hechos y circunstancias”, defendió el secretario Alejandro Mayorkas.