Masivo rechazo a imposiciones autoritarias de Bukele

La marcha de protesta de no menos de unos 20 mil salvadoreños de los distintos espectros ideológicos generó incomodidad en el presidente de la república Nayib Bukele quien prefirió iniciar su intervención acusando a la oposición de generar desordenes, aun cuando hubo denuncias que infiltrados llegaron en un carro del Gobierno e intentaron sabotear las marchas.

Según las denuncias en el pick up andaban varios hombres de apariencia jóvenes entregando camisetas estampadas al frente con mensaje de rechazo al Bitcoin y atrás con la bandera de los partidos Arena y Fmln.

“No se la pongan, no se la pongan; es una trampa”, gritaron varias voces cuando varios jóvenes ofrecían camisetas estampadas con un mensaje contra la implementación del Bitcoin al frente, pero en la parte de atrás, las banderas de los partidos Arena y Fmln con la leyenda: olvidemos el pasado.

El impacto de esta mega marcha que no se veía desde hace varios es interpretado por José Miguel Cruz quien es docente de la Universidad de la Florida sostiene que “La imagen de popularidad de Bukele se desplomó hoy en #ElSalvador y su legitimidad política estará crecientemente en entredicho.”

Bukele visiblemente molesto frente a soldados y funcionarios de su gobierno, en un mensaje pregrabado transmitido en cadena de radio y televisión acusó a algunos “amigos” de la comunidad internacional de apoyar y financiar a “una oposición perversa”, y dijo que no permitirá injerencia de ningún tipo.

El gobierno de Bukele que se preocupa mucho por su popularidad en las encuestas esta protesta generalizada caló muy profundo en su ego puesto que denota en una caída en la aceptación de la gente que ya experimentaron otros jefes de Estado de la cual no levantaron su perfil.

Se terminó el idilio, inició el periódico español El País su nota. Dos años después de su llegada al poder las personas que salieron a las calles de San Salvador para gritar basta ya- muchas de las cuales votaron por Bukele, coincidieron de haber llegado al hartazgo, pero lo que más le  enojó a un 75% de la población según la Universidad Francisco Gavidia  fue la imposición del bitcoin y las arbitrariedades en el sistema judicial.

El Salvador debía haber celebrado este 15 de septiembre los 200 años de su independencia. Todo estaba preparado para una fiesta de banderas blancas y azules, himnos y fuegos artificiales, pero la realidad más urgente se impuso a los discursos enlatados y rompió la narrativa presidencial. El hartazgo popular terminó prendiendo fuego al cajero de bitcoins del centro de la capital, a unos metros del Palacio Nacional, un símbolo de la imposición de la criptomoneda como moneda oficial.

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